"Dios puede hacer todo lo que, al ser hecho, no incluye contradicción" Guillermo de Ockham .
El voluntarismo de Ockham acentúa notablemente la omnipotencia divina, reduciendo notablemente el papel de la razón, ampliando el campo exclusivo de las creencias religiosas y consumando la ruptura de la filosofía con la teología. Pero sería apresurado (y anacrónico) considerar esto como un ataque al dogma cristiano, puesto que por el contrario lo que se promuebe es una depuración de la fe de aquellas adherencias filosfóficas provinientes del helenismo.
Del mismo modo, a Ockham le interesaba una neta sepración entre la Iglesia y el Estado, una depuración... esto es, promover la reforma de la Iglesia en la línea defendida por los franciscanos. El Papa, solo sería reconocido como moderador en el terreno espiritual, defendiendo una concepción laica de la sociedad. El Papa no posee un poder "dominativo" sino que está al servicio de la comunidad de los fieles. La infalibilidad Papal es cuestionada, solo la comunidad de fieles lo es.
La doctrina política de Ockham busca superar lo espiritual de lo temporal, del mismo modo que buscó separar la teología de la filosofía con una clara intención: menos defender los intereses del emperador y más garantizar la espiritualidad de la comunidad.
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